El empate 1-1 en la zona alta de la tabla se definió con un espectacular tanto del canario, que salvó el invicto del conjunto gallego

El Deportivo de La Coruña y Almería firmaron un vibrante empate 1-1 en Riazor, en un choque catalogado como un auténtico duelo de altura entre dos claros aspirantes a pelear por el ascenso. El partido se dividió en dos partes, con una mayor intensidad coruñesa en el inicio y un Almería que terminó mejor el encuentro, pero que no pudo evitar el reparto de puntos ante la inspiración local.

El encuentro comenzó con un Dépor ejerciendo una presión altísima, liderado por la electricidad de Yeremay. El canario fue el canalizador del juego ofensivo, ofreciendo un auténtico recital de regates y paredes en el primer cuarto de hora. Sin embargo, el Almería demostró su pegada al adelantarse primero. Tras una gran jugada, el portero Germán tuvo que intervenir con una espectacular parada a córner. Fue precisamente en el saque de esquina donde el Almería golpeó: Bonini remató de cabeza para anotar el 0-1, silenciando Riazor.

La confirmación de una estrella: el impacto de Yeremay

Pero la réplica no se hizo esperar, y llegó de la mano del talento de Yeremay. El jugador selló el empate con un golazo de bandera que desató una explosión de alegría en Riazor. Superó a su defensor en banda, se perfiló y chutó desde el vértice del área para alojar el balón directamente en la escuadra.

El tanto fue el momento cumbre del partido y la confirmación de la valía del canario. Su impacto en el juego, combinando la brillantez con la eficacia en los metros finales, ha sido determinante. El hecho de que equipos importantes de Europa se hayan interesado en él no es casualidad, y su actuación en Riazor demostró por qué. Pese a la capacidad para desenvolverse en otras zonas, el gol llegó cuando regresó a su posición natural en la banda, confirmando que allí es donde su instinto más fructifica.

No obstante, el gol no pudo ocultar los altibajos del Deportivo. El equipo mostró una dinámica irregular durante el partido y desaprovechó ocasiones que habrían asegurado la victoria. Villares y Mulattieri, en particular, no lograron concretar oportunidades claras, lo que impidió al Deportivo desequilibrar la balanza a su favor ante un Almería que cerró el partido con mayor control.