La FIFA prohíbe el inicio de la temporada al Badajoz, que se enfrenta a un futuro incierto y a la desesperación de su afición

El fútbol extremeño vive uno de sus momentos más dramáticos. El Club Deportivo Badajoz se enfrenta a la peor de las noticias: no puede empezar la liga. El director general del conjunto blanquinegro, Javier Peña, ha manifestado en una comparecencia que el club entregó el pasado martes por la tarde a la FIFA los 25 documentos solicitados durante la mañana de ese mismo día, pero aún no ha recibido respuesta alguna.

Según Peña, la situación no tiene nada que ver «con ningún tipo de deudas» o problema económico, sino con un tema «de auditoría financiera, burocrático», en relación al cual la FIFA no ha dado respuesta. Esta documentación, que engloba nueve puntos (DNI compulsado del representante, escrituras, tarjeta de identificación fiscal, actas de titularidad, certificado de titularidad bancaria, acta de Junta General, balance, cuentas de pérdidas y ganancias, y memoria), nunca había sido solicitada por el organismo internacional. Peña ha lamentado la «injusticia» y «falta de sensibilidad» que representa no contar con una respuesta aún de la FIFA.

Medidas desesperadas y apoyo federativo

Ante el silencio del organismo, el equipo blanquinegro ha pedido en la tarde de ayer medidas cautelares a la FIFA para que «desbloquee la situación». El director general ha agradecido el «apoyo firme» encontrado en este marco por parte de la fedración. extremeña de fútbol. Peña ha manifestado que «llama un poco la atención que la FIFA se fije en un conjunto de quinta categoría, más si cabe cuando se les ha remitido la documentación solicitada» y que «por no ofrecerse una respuesta se deja a un equipo totalmente desamparado, situación que perjudica además a la imagen del fútbol español».

El futuro en el aire

La situación es crítica y el futuro del club pende de un hilo. Sin la posibilidad de competir, el Badajoz se enfrenta no solo a la pérdida de puntos y a la desilusión de su afición, sino también a un riesgo inminente de desaparición. Si el equipo no cuenta con la autorización, los jugadores se desplazarán al estadio, pero «no podrán comparecer» sobre el césped, y se dará el partido por perdido. El CD Badajoz seguirá, además, «con los derechos federativos bloqueados» mientras el organismo internacional no conteste.